martes, 17 de julio de 2018

Bailando con la soledad


Joaquín Sabina en una de sus canciones dice… ¡Y algunas veces suelo recostar mi cabeza en el hombro de la luna y le hablo de esa amante inoportuna que se llama Soledad!

Algunos días tengo la sensación de que todas las personas tenemos algo de islas. Sentimos la soledad aunque vivamos en contacto con los demás, pocos o muchos ya que depende de cada historia personal. Nos vemos a distancia y entre esta gente hay de todo; padres, hermanos hijos, pareja, amigos compañeros de trabajo…
Nos cruzamos en el camino y compartimos vivencias, pero…¡hay tantos pensamientos, ideas y emociones que nunca compartiremos porque siempre hay un punto de soledad de hondura donde no dejamos  a nadie que se asome! ¡Hay tanta vida oculta cotidiana anónima en nuestras vidas…! Nos movemos entre la soledad y el abrazo, entre la distancia y el encuentro entre la diferencia y la unidad y así vivimos tendiendo puentes o buscando barcos que nos ayuden atracar aunque sea por unos minutos en otro puerto, pero al final hay que respetar los tiempos y los silencios de los demás.
Entonces es cuando tienes que aprender a bailar con tu soledad…

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