Dales a los seres queridos alas para volar, raíces para volver y razones para quedarse.
sábado, 22 de septiembre de 2018
jueves, 20 de septiembre de 2018
OTOÑO DORADO
Hace muchos años, una persona mayor me confesaba encontrarse en lo que él definía como el otoño dorado de su vida. Quizás era yo muy joven y no supe valorar en su justa medida el valor de aquella afirmación y la definición de lo que aquel hombre era capaz de sentir…Ahora, llegado el momento, lo comprendo. Vivo en esa edad en que no eres joven, pero tampoco viejo; esa edad intermedia en que, los afanes ya no existen; el amor, un referente; la paz, lo más deseado; la salud, la gran quimera porque no te abandone; la amistad, ese valor maravilloso; la bondad un reto, y vivir toda una ilusión. Para entender la grandeza del otoño nos basta y nos sobra al recordar este poema que nos dice: “Los árboles meditan en Invierno, gracias a ello, florecen en Primavera, dan sombra y frutos en el Verano y se despojan de los superfluo en el Otoño”
Recordando el poema citado, las criaturas mortales somos idénticos a los árboles; florecimos en primavera, justo cuando procreamos y fuimos padres; dimos frutos en el verano cuando lográbamos que nada les faltara a nuestros hijos y, cumplida nuestra labor, llegado el otoño de la vida, nada superfluo nos ata, más bien, en realidad, lo que sí hemos logrado es caminar ligeros de equipaje porque para mi dicha, en todo lo aquí narrado, el otoño dorado de nuestra vida no es otra cosa que el gran sinónimo de paz.
¿Cuándo entiende un ser humano estar en el otoño dorado de su vida? Podrían ser las canas… el detonante de haber llegado hasta dicha “estación”. Pero no, al margen de ello, uno cree estar en el otoño dorado de su existencia cuando vive de forma espiritual sin importarle para nada todo aquello que dejaremos en nuestra partida. Es como una especie de comprensión interior, una forma de perdonarnos a nosotros mismos por todos los errores cometidos y, a partir de ese momento… ¡a vivir la vida como si fuera el último día de nuestra existencia!
Cuando fuimos jóvenes queríamos conquistar el mundo con nuestras acciones; ahora, para nuestra dicha, somos unos conquistados por la vida. Como antes decía, no hay afanes que nos torturen, ni tampoco ambiciones que nos deslumbren. Ahora, un abrazo nos reconforta más que todo; una sonrisa nos alegra el alma; un amigo nos ayuda a vivir; y si tenemos salud sabemos comprender que somos esencialmente ricos. Esta es la diferencia que podemos encontrar desde la primavera ilusionante en que un día vivimos, al otoño dorando donde hemos logrado la paz que andábamos buscando en nuestra errante vida.
martes, 11 de septiembre de 2018
Aquí estoy
Cuando te sientas en la
nada y no sepas como sonreír...
aquí estoy sonriéndote
Cuando la lejanía de todos
te haga sentir vacío...
aquí estoy, cerca de ti
Cuando algún día te
sientas en soledad y necesites
una mano amiga....
aquí estoy, toma la mía
Cuando una lágrima resbale
y no encuentres un pañuelo para limpiarla...
aquí estoy, toma el mío
Cuando sólo necesites que
alguien se siente a tu lado…
aquí estoy, dame tu mano
Cuando te encuentres sin
valor para enfrentar cada uno de tus días...
aquí estoy, soy valentía
Y cuando no quieras hablar
porque las palabras huyeron de ti…
No mires mi pequeñez
Aquí
estoy, soy tu amigadomingo, 9 de septiembre de 2018
MENTE ABIERTA
La verdad es una sola, independiente de las
interpretaciones de cada ser humano.
Muchas veces decimos,-“es verdad, o simplemente la
verdad es así”, y no pensamos que esa “verdad” es solo valida para nosotros.
Cada persona dependiendo de sus experiencias, cultura,
conocimientos, tiene su propia visión de lo que es “la verdad”, por lo tanto no
es lo más adecuado creer tener la verdad absoluta y negarnos a aceptar la del
otro.
Lo importante es tener la mente abierta y escuchar y
conocer las visiones de los otros con calma y sin alterarse.
El comportamiento de no escuchar al otro y pensar que
uno solo tiene la verdad, se vuelve contra uno mismo, se rompe la confianza y
las relaciones sociales con los demás.
No es posible establecer relaciones sociales sin
confiar en el otro.
Para escuchar hay que guardar silencio, sin alterarse,
pensando que él otro también tiene su verdad y después de escucharla con calma
y paz, aportar la de uno, y si ésta no es escuchada o tenida en cuenta, no
alterarse pensando en que te ningunean, sino en que he podido fallar con mi
comportamiento.
jueves, 6 de septiembre de 2018
La libertad interior
En realidad, la verdadera libertad está en el interior de tu corazón de tus pensamientos, tus emociones y tus sueños. Solo tú, diga lo que diga tu documento de identidad, serás capaz de sentirte verdaderamente libre. Por tanto, no busques la libertad en espacios físicos, nacionalidades o territorios como está pasando en estos momentos en nuestro país. Búscala dentro de ti, de tus emociones, sentimientos, porque solo ahí la puedes encontrar en estado puro y con todo su significado.
El don de la libertad es un maravilloso bien con el que nacemos todos los seres humanos de este planeta.
Así pues, recuerda siempre
que tu libertad termina donde empieza la mía.
Puedes ser tú mismo y
disfrutar de tu vida pero jamás me podrás decir cómo debo ser, a dónde tengo
que pertenecer o qué necesito pensar en ningún aspecto de mi vida.
Sin embargo el mal uso que
hacen demasiadas personas hace que se tenga que aplicar y usar leyes para
protegernos entre todos... En esos momentos necesitamos de las leyes que un día
se aplicaron en España, porque hoy en Cataluña no está en juego la independencia, está en juego la convivencia
entre los mismos catalanes y españoles.
Que mi libertad empiece
donde acaba la tuya, o viceversa, no es una manera de “robar” derechos a nadie,
sino de modulación de los existentes y así no truncar la convivencia en esta sociedad nuestra.
Todo ser humano es libre
para pensar y exponer sus ideas siempre y cuando NO SE COMPROMETA LA INTEGRIDAD
AJENA.
Son momentos difíciles en
Cataluña y confío en que se entre en razón y dejemos de ser niños grandes… ¡unos
poniendo lacitos y otros detrás quitándolos…!
martes, 4 de septiembre de 2018
Fin del verano
El día nacía por el
horizonte; tímido sonrojado se asomaba el sol.
Desde mi terraza
contemplaba el paisaje después de haberme desperezado y con un delicioso
desayuno sobre la mesa dejaba por unos momentos y con los ojos cerrados el
sentir en mi cara el roce amable del sol tan madrugador como yo.
Luego sentí que mi
corazón me invitaba a un nuevo día…y decidí caminar hasta el mar…llegué a la
orilla y dejando mi toalla en la arena decidí caminar por la orilla un buen
paseo hasta que sin pensarlo más me dejé
mecer por las aguas calmadas del mar.
Luego me senté en la
orilla y casi sin querer iban surgiendo en mi mente recuerdos unos lejanos y
otros no tanto…como si las mismas olas me los trajeran a mi mente.
Él mar me atrae y solo
con contemplarlo me transforma; soy otra persona
Pasaron los días y
volví sobre mis pasos; Aspiré por último y con ansia el aire puro de la brisa
del mar. Aquella orilla se quedaba lejos y mirándole le prometí volver el
próximo año.
lunes, 3 de septiembre de 2018
La estela de nuestras vidas
Cuando un barco navega se forma tras él una
estela. Es el rastro que deja atrás. Pero no es lo que impulsa al barco hacia
delante.
La estela de nuestras vidas no es más que el
rastro que vamos dejando detrás de nosotros, pero realmente, ¿lo hemos dejado
atrás?
La mayoría de las personas viven su vida
aferradas a la estela de su historia personal.
¡Su pasado ya no existe hoy!
¿Como salir de la estela?
Hay un poema de Omar Jayyam que dice;
“El lápiz se mueve y escribe y, tras escribir
sigue adelante.
Ni toda tu piedad ni todo tu ingenio ni todas
tus lágrimas pueden hacerle retroceder para tachar ni una sola línea”
Algunas veces queremos borrar algunas cosas
de nuestra historia personal simbolizada en ese lápiz y por mucho que nos
alejemos, al volver la vista atrás están ahí.
Mejor, coger el lápiz y permitir que las
palabras sobre las heridas, el dolor, la enfermedad y también las alegrías se
escriba, se valoren se acepten y se amen en nombre de todo lo que habré
aprendido y experimentado en mi camino.
Por difícil que resulte aceptar tenía que
pasar por todo lo que he pasado para poder llegar hasta donde estoy hoy.
Ahora estoy en el momento presente y no debo
permitir que ningún pensamiento me limite. La estela ha quedado atrás.
En este momento voy a observar todo lo que
hay en mi entorno cercano, mi familia, otras personas, mi gato, la naturaleza
las formaciones nubosas, los edificios…todo.
Una vez oí…”Solo llegarás a conocer
verdaderamente a Dios cuando renuncies al pasado y al futuro en tu mente y te
diluyas completamente en el momento presente porque Dios está aquí y ahora”
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