jueves, 20 de septiembre de 2018

OTOÑO DORADO






Hace  muchos años, una persona mayor me confesaba encontrarse en lo que él definía como el otoño dorado de su vida. Quizás era yo muy joven y no supe valorar en su justa medida el valor de aquella afirmación y la definición de lo que aquel hombre era capaz de sentir…Ahora, llegado el momento, lo comprendo. Vivo en esa edad en que no eres joven, pero tampoco viejo; esa edad intermedia en que, los afanes ya no existen; el amor, un referente; la paz, lo más deseado; la salud, la gran quimera porque no te abandone; la amistad, ese valor maravilloso; la bondad un reto, y vivir toda una ilusión. Para entender la grandeza del otoño nos basta y nos sobra al recordar este poema que nos dice: “Los árboles meditan en Invierno, gracias a ello, florecen en Primavera, dan sombra y frutos en el Verano y se despojan de los superfluo en el Otoño
Recordando el poema citado, las criaturas mortales somos idénticos a los árboles; florecimos en primavera, justo cuando procreamos y fuimos padres; dimos frutos en el verano cuando lográbamos que nada les faltara a nuestros hijos y, cumplida nuestra labor, llegado el otoño de la vida, nada superfluo nos ata, más bien, en realidad, lo que sí hemos logrado es caminar ligeros de equipaje porque para mi dicha, en todo lo aquí narrado, el otoño dorado de nuestra vida no es otra cosa que el gran sinónimo de paz.
¿Cuándo entiende un ser humano estar en el otoño dorado  de su vida? Podrían ser las canas… el detonante de haber llegado hasta dicha “estación”. Pero no, al margen de ello, uno cree estar en el otoño dorado de su existencia cuando vive de forma espiritual sin importarle para nada todo aquello que  dejaremos en nuestra partida. Es como una especie de comprensión interior, una forma de perdonarnos a nosotros mismos por todos los errores cometidos y, a partir de ese momento… ¡a vivir la vida como si fuera el último día de nuestra existencia!
Cuando fuimos jóvenes queríamos conquistar el mundo con nuestras acciones; ahora, para nuestra dicha, somos unos conquistados por la vida. Como antes decía, no hay afanes que nos torturen, ni tampoco ambiciones que nos deslumbren. Ahora, un abrazo nos reconforta más que todo; una sonrisa nos alegra el alma; un amigo nos ayuda a vivir; y si tenemos salud sabemos comprender que somos esencialmente ricos. Esta es la diferencia que podemos encontrar desde la primavera ilusionante en que un día vivimos, al otoño dorando donde hemos logrado la paz que andábamos buscando en nuestra errante vida.

martes, 11 de septiembre de 2018

Aquí estoy



Cuando te sientas en la nada y no sepas como sonreír...
aquí estoy sonriéndote
Cuando la lejanía de todos te haga sentir vacío...
aquí estoy, cerca de ti
Cuando algún día te sientas en soledad y necesites una mano amiga....
aquí estoy, toma la mía
Cuando una lágrima resbale y no encuentres un pañuelo para limpiarla...
aquí estoy, toma el mío
Cuando sólo necesites que alguien se siente a tu lado…
aquí estoy, dame tu mano
Cuando te encuentres sin valor para enfrentar cada uno de tus días...
aquí estoy, soy valentía
Y cuando no quieras hablar porque las palabras huyeron de ti…
No mires mi pequeñez
Aquí estoy, soy tu amiga

domingo, 9 de septiembre de 2018

MENTE ABIERTA


La verdad es una sola, independiente de las interpretaciones de cada ser humano.
Muchas veces decimos,-“es verdad, o simplemente la verdad es así”, y no pensamos que esa “verdad” es solo valida para nosotros.
Cada persona dependiendo de sus experiencias, cultura, conocimientos, tiene su propia visión de lo que es “la verdad”, por lo tanto no es lo más adecuado creer tener la verdad absoluta y negarnos a aceptar la del otro.
Lo importante es tener la mente abierta y escuchar y conocer las visiones de los otros con calma y sin alterarse.
El comportamiento de no escuchar al otro y pensar que uno solo tiene la verdad, se vuelve contra uno mismo, se rompe la confianza y las relaciones sociales con los demás.
No es posible establecer relaciones sociales sin confiar en el otro.
Para escuchar hay que guardar silencio, sin alterarse, pensando que él otro también tiene su verdad y después de escucharla con calma y paz, aportar la de uno, y si ésta no es escuchada o tenida en cuenta, no alterarse pensando en que te ningunean, sino en que he podido fallar con mi comportamiento.

Cada vez que quieras juzgar a alguien, antes camina durante tres lunas con sus mocasines. (Proverbio chino).

jueves, 6 de septiembre de 2018

La libertad interior


En realidad, la verdadera libertad está en el interior de tu corazón de tus pensamientos, tus emociones y tus sueños. Solo tú, diga lo que diga tu documento de identidad, serás capaz de sentirte verdaderamente libre. Por tanto, no busques la libertad en espacios físicos, nacionalidades o territorios como está pasando en estos momentos en nuestro país. Búscala dentro de ti, de tus emociones, sentimientos, porque solo ahí la puedes encontrar en estado puro y con todo su significado.
El don de la libertad es un maravilloso bien con el que nacemos todos los seres humanos de este planeta.
Así pues, recuerda siempre que tu libertad termina donde empieza la mía.
Puedes ser tú mismo y disfrutar de tu vida pero jamás me podrás decir cómo debo ser, a dónde tengo que pertenecer o qué necesito pensar en ningún aspecto de mi vida.
Sin embargo el mal uso que hacen demasiadas personas hace que se tenga que aplicar y usar leyes para protegernos entre todos... En esos momentos necesitamos de las leyes que un día se aplicaron en España,  porque hoy en Cataluña no está en juego la independencia, está en juego la convivencia entre los mismos catalanes y españoles.
Que mi libertad empiece donde acaba la tuya, o viceversa, no es una manera de “robar” derechos a nadie, sino de modulación de los existentes y así no truncar la convivencia en esta  sociedad nuestra.
Todo ser humano es libre para pensar y exponer sus ideas siempre y cuando NO SE COMPROMETA LA INTEGRIDAD AJENA.
Son momentos difíciles en Cataluña y confío en que se entre en razón y dejemos de ser niños grandes… ¡unos poniendo lacitos y otros detrás quitándolos…!

martes, 4 de septiembre de 2018

Fin del verano


El día nacía por el horizonte; tímido sonrojado se asomaba el sol.
Desde mi terraza contemplaba el paisaje después de haberme desperezado y con un delicioso desayuno sobre la mesa dejaba por unos momentos y con los ojos cerrados el sentir en mi cara el roce amable del sol tan madrugador como yo.

Luego sentí que mi corazón me invitaba a un nuevo día…y decidí caminar hasta el mar…llegué a la orilla y dejando mi toalla en la arena decidí caminar por la orilla un buen paseo hasta que sin pensarlo más  me dejé mecer por las aguas calmadas del mar.

Luego me senté en la orilla y casi sin querer iban surgiendo en mi mente recuerdos unos lejanos y otros no tanto…como si las mismas olas me los trajeran a mi mente.
Él mar me atrae y solo con contemplarlo me transforma; soy otra persona

Pasaron los días y volví sobre mis pasos; Aspiré por último y con ansia el aire puro de la brisa del mar. Aquella orilla se quedaba lejos y mirándole le prometí volver el próximo año.

lunes, 3 de septiembre de 2018

La estela de nuestras vidas


Cuando un barco navega se forma tras él una estela. Es el rastro que deja atrás. Pero no es lo que impulsa al barco hacia delante.
La estela de nuestras vidas no es más que el rastro que vamos dejando detrás de nosotros, pero realmente, ¿lo hemos dejado atrás?
La mayoría de las personas viven su vida aferradas a la estela de su historia personal.
¡Su pasado ya no existe hoy!
¿Como salir de la estela?
Hay un poema de Omar Jayyam que dice;
El lápiz se mueve y escribe y, tras escribir sigue adelante.
Ni toda tu piedad ni todo tu ingenio ni todas tus lágrimas pueden hacerle retroceder para tachar ni una sola línea”
Algunas veces queremos borrar algunas cosas de nuestra historia personal simbolizada en ese lápiz y por mucho que nos alejemos, al volver la vista atrás están ahí.
Mejor, coger el lápiz y permitir que las palabras sobre las heridas, el dolor, la enfermedad y también las alegrías se escriba, se valoren se acepten y se amen en nombre de todo lo que habré aprendido y experimentado en mi camino.
Por difícil que resulte aceptar tenía que pasar por todo lo que he pasado para poder llegar hasta donde estoy hoy.
Ahora estoy en el momento presente y no debo permitir que ningún pensamiento me limite. La estela ha quedado atrás.
En este momento voy a observar todo lo que hay en mi entorno cercano, mi familia, otras personas, mi gato, la naturaleza las formaciones nubosas, los edificios…todo.
Una vez oí…”Solo llegarás a conocer verdaderamente a Dios cuando renuncies al pasado y al futuro en tu mente y te diluyas completamente en el momento presente porque Dios está aquí y ahora”