En algunas
ocasiones, cuando se vive una experiencia dolorosa, las emociones toman el
mando y dificultan pensar con claridad. Ese bloqueo emocional te
impide analizar la situación con objetividad, es como si borrase de un plumazo
todos los posibles aspectos positivos haciendo que te centres solo en los
negativos, lo cual desencadena sentimientos de impotencia, rabia y tristeza.
En algunos casos sientes que la situación te sobrepasa,
simplemente eres incapaz de aceptar lo que has oído y eso continúa generando
emociones negativas que condicionan las relaciones que tienes con los demás o
contigo mismo.
De hecho, cuando
no logras interiorizar las consecuencias de ciertas situaciones, el recuerdo
vuelve una y otra vez con heridas emocionales que tu cerebro todavía no ha
cicatrizado, “hay que limpiar de basura emocional” nuestro cerebro. De nada
sirve darle vueltas a lo que te han dicho...Solo el paso de los años nos
da los conocimientos necesarios para
comprender la vida.
Vive este día como
si fuera el último pues el pasado ya no existe y el futuro no está garantizado.
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