sábado, 26 de mayo de 2018

Las palabras no se las lleva el viento


Las palabras curan o hieren a una persona.
Por eso mismo, los griegos decían que la palabra era divina y los filósofos elogiaban el silencio.
Piensa en esto y cuida tus pensamientos, porque ellos se convierten en palabras, y cuida tus palabras, porque ellas marcan tu destino.
Piensa muy bien antes de hablar, cálmate cuando estés airado o resentido y habla sólo cuando estés en paz.
De las palabras depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o la guerra.
Cuantas veces una palabra fuera de lugar es capaz de arruinar algo por lo que hemos luchado; cuantas veces una palabra de aliento tiene el poder de regenerarnos y darnos  paz.
Las palabras insultantes o despectivas nunca han creado algo edificante. Con el uso de expresiones agresivas, lastimamos a las personas provocando heridas creando resentimientos y dolor que se volverán a nosotros.
Las palabras son la manifestación de nuestro mundo interior, al cuidar nuestro lenguaje purificamos nuestro mundo interior.
La violencia, las mentiras, el resentimiento y tantas otras cosas que existen y conviven con nosotros en este mundo…
Ante ello tenemos que cultivar cualidades de amor, verdad y gratitud, creando un sólido mundo interior  en donde la bondad y la verdad brillen; para luego extender este mundo interior a las personas de nuestro alrededor.
Una palabra amable  puede suavizar las cosas.
Una palabra alegre puede iluminar el día.
Una palabra oportuna puede aliviar la carga.
Una palabra de amor puede curar y dar felicidad.
“Si todas nuestras palabras son amables, los ecos que escucharemos también lo serán.”
De ti depende si las usas para bien o para mal, tanto para ti como para los demás.
Cuida tus palabras ellas  tienen  poder
Habla de tal manera que en tu alma y en la de los demás quede la Paz

No hay comentarios:

Publicar un comentario